Los estudios de ocupación del suelo desarrollan la transformación de las características de la superficie terrestre en información cartográfica. Para su incorporación a los mapas a partir de imágenes de satélite o aéreas se tienen en cuenta factores como la cobertura y/o propiedades biofísicas de los suelos, si es una superficie urbana, un cultivo o un arbolado forestal, junto al uso que se le da de acuerdo a parámetros socioeconómicos, como, por ejemplo, si es industrial, comercial o recreativo.
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