Por sus magnitudes de longitud de trazado o de inversión, el nuevo enlace de Recajo, construido junto a un pronunciado meandro del río Ebro cerca de Logroño, es una actuación modesta, pero la función que desempeña lo convierte en una obra de gran impacto. Este nudo viario es la culminación del esquema de conexiones entre las autovías A-12 y LO-20 al este de la capital riojana, propiciando el enlace entre dos vías de alta capacidad incomunicadas entre sí (AP-68 y LO-20) y constituyendo una alternativa al paso de 15.000 vehículos diarios por una carretera convencional. Por estas razones es una infraestructura clave para la movilidad y la seguridad vial en la zona.
展开▼