El ferrocarril de Puente Nuevo a Ribadeo circuló durante 60 años cruzando del valle del río Eo, fronterizo entre Asturias y Galicia, en busca del Cantábrico. Nació con vocación minera y a transportar minerales dedicó sus primeros tiempos; pero pronto aceptó viajeros y, algo más tarde, también llevó todo tipo de mercancías. Fueron seis décadas llenas de sobresaltos, que comenzaron en 1903 -cuando aún estaban por suceder dos guerras mundiales, una guerra civil y varias crisis económicas-, y terminaron en 1964, cuando se clausuró la línea, cuyo trazado se ha acondicionado como vía verde.
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